De regreso de su periodo de vacaciones, el alcalde de Osorno, Jaime Bertín, fue cauto en sus comentarios respecto a
lo que espera del nuevo gobierno, señalando, que tanto el Intendente, Harry Jürgensen,
como el gobernador de Osorno, Daniel Lilayú, tienen muy buenas intenciones en
sacar adelante la región y la provincia en general, “pero no hay que generarse expectativas,
solo esperar a ver cuál será la actitud frente a las peticiones de la comuna”,
afirmó.
El edil, manifestó que la experiencia dice que cuando una autoridad asume,
la ciudadanía cree que todas sus necesidades serán escuchadas, sin duda esas peticiones hay que atenderlas, y
llevarlas a efecto en base a las prioridades del gobierno y la gente. “Es difícil conformar a todos los sectores
y esa es una lucha permanente para lograr los equilibrios entre lo que uno
desea, y lo que los chilenos demandan en las calles”, sentenció Bertín.
Consultado el alcalde, Jaime Bertín, sobre cuáles serán las peticiones que
hará Osorno sobre las tareas que quedaron pendientes en el pasado gobierno,
destacó que el inconcluso proyecto del Relleno Sanitario aún no está resuelto, por
lo que se pondrá énfasis en ello. Como así también, en el anhelado proyecto de construcción
de la escuela rural Walterio Meyer, que
lleva años a la espera. Por otro lado, manifestó Bertín, la construcción de un
nuevo Cesfam en Rahue Alto, será tema de conversación con el nuevo Intendente.
Afirmó por último, que el hecho de tener a un intendente osornino, es una
buena señal, que los alcaldes de la provincia de Osorno ven con buenos ojos,
pero siempre los recursos son limitados y habrá gente desconforme.
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