A través de un escueto comunicado, el segundo desde que habría presentado problemas de salud, el Obispado de Osorno informó que el obispo diocesano, Juan Barros, continúa reposando.
Juan Carlos
Claret, vocero de los laicos de Osorno que se oponen a que el obispo cumpla
funciones en dicha ciudad, detalla que durante tres años ha habido una
constante ausencia de Barros en la diócesis.
“Ni siquiera su
secretaria sabe cuál es su agenda, es un obispo que no camina por la calle y,
desde que Ezzatti dijo que debía renunciar y el Papa le quitó la autoridad,
Juan Barros se acogió a la licencia por estrés que probablemente lo vaya a
tener ausente hasta mediados de mayo”, cuenta Claret sobre la autoridad eclesiástica que también debiera
formar parte del grupo que viajará a Roma a reunirse con el Pontífice.
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